Tercera banderilla y sensaciones ocultas..................
Hola de nuevo, pues aquí estamos y continuamos
relatando nuestras experiencias, con otro par de banderillas puestas en nuestro
cuerpo serrano, continuando con la lucha contra ese enemigo interior silencioso
y esquivo.
Las sensaciones nuevas en esta ocasión son varias y diversas; una de ella tiene
su forma definida en un regusto metálico en la boca, que hace que esté siempre
con algún chicle, bebiendo zumos, caldos o cualquier cosa que me pueda quitar
ese regusto asqueroso; si, decididamente asqueroso es la palabra correcta; un
regusto metálico, a latón, a níquel o algo similar que se asienta y se
enseñorea de nuestras pápilas gustativas, haciendo que lo que comemos no sepa a
lo que es, si no fuera porque vemos realmente lo que estamos comiendo, no
sabríamos identificar que es lo que tenemos en nuestra boca; por suerte, esa
sensación se va atenuando con el tiempo, dejamos de notar ese regusto y poco a
poco vamos volviendo a saborear las cosas en su justo sabor; menos mal, que
algo mejora, hurra.......
El otro síntoma o sensación, este quizá sea mas mental que físico, aunque esta
también se deja notar en el especto físico; es el asunto de estar siete horas
enganchado a la bomba de infusión (no tiene esto último nada que ver con té o
manzanilla, de verdad); ya comienza a darme agobio, a cansarme y dejarme sentir
mucho mas lento el paso del tiempo en la sala de las quimios; en esta ocasión,
confieso que he acabado astiado de estar allí sentado, viendo como las bolsas
de líquido y los sueros salinos eran sustituidos por otros nuevos o por otros
recipientes llenos; de tener que madrugar, llegar al hospital, que te pongan la
vía, te extraigan sangre para analizar y tras desayunar convenientemente (nada
del otro mundo, un café con leche y una tostada de pan con tomate triturado y
un buen chorro de aceite) y de paso, un breve comentario y cambio de
impresiones con la doctora sobre como me encuentro, que necesito, como voy
mejorando o empeorando en cuanto a defensas en la sangre; después nos
vamos a la sala y nos buscamos una buena ubicación, ya que estaremos allí un
buen rato, mucho, demasiado; y comienza el baile de las enfermeras a nuestro
alrededor, colocándonos hidratación primero, con botellines de suero salino con
diversos medicamentos que nos ha mandado la doctora, como protectores de
estómago, de riñones, antieméticos y demás cosa que nos ponen, mientras se
cursa el pedido de nuestra quimio a farmacia.

Pues, como decía antes, en esta ocasión se me ha pasado el tiempo lento,
insufriblemente lento y pesado, me quedé prácticamente el último allí, salvo un
compañero que llegó algo mas tarde y a su vez le llegó el pedido de la farmacia
mas tarde y aún salió mas tarde que yo, pero aún así vas viendo como la gente
acaba y se marcha, unos para volver otro día y otros para repetir quizá mañana
o mas pronto la terapia....
Para poder pasar lo mas cómodamente
posible, el devenir del tiempo; que por cierto, mira que no tener un pequeño
reloj en cualquier pared de esta inmensa sala??; por que será??, pues procuro
llevarme de casa una serie de elementos que hagan mas entretenido este asunto,
un par de libros que tengo a medio leer, una revista (de motos, por
supuesto ;D ),
Este pequeño vídeo, muestra de su entrega y vocación, va dedicado a todas las enfermeras, pero en especial a "nuestras enfermeras del Hospital de Día".
El vídeo tan sólo se puede ver en Youtube, está desactivados los carácteres para incluirlo en páginas como esta, es una pena, pero picando en el enlace se puede ver.....
Leave a comment